Aprobada en Colombia
Colombia aprueba reformas inspiradas en la Ley Olimpia, fortaleciendo el reconocimiento de la violencia digital como violencia de género e impulsando medidas de prevención, atención y sanción.
Tus derechos en la era digital. Movimiento feminista latinoamericano por la dignidad, la justicia y la seguridad digital de las mujeres.
La Ley Olimpia es un movimiento político de mujeres sobrevivientes de violencia digital y aliadas, que nos unimos para hablarle al mundo desde nuestros territorios, nuestras voces y nuestras historias personales. Este rumbo nos ha llevado a adoptar como base teórica el feminismo y a convertirnos en Defensoras Digitales, para que la justicia que no fue para nosotras sea para las demás. Ley Olimpia representa para nosotras la reivindicación de nuestros cuerpos y nuestros nombres, que fueron expuestos y violentados en Internet. Representa la cooperación colectiva entre víctimas, sobrevivientes, defensoras de derechos humanos, feministas, amigas, compañeras, familias y cualquier actor público o privado que quiera caminar junto a nosotras para tratar de erradicar la violencia digital. Por lo tanto, es también resultado de una causa colectiva que ha ido de nuestro dolor a la resistencia, de nuestras historias a las conciencias, de las redes a las calles, de los territorios a los congresos, del corazón a las leyes… Todo lo ha hecho posible el amor, porque encontramos aquí un espacio para sanar y participar juntas con la alegría que intentaron arrebatarnos cuando nos decían que lo que hacíamos no tenía sentido porque lo virtual no era real.
La Ley Olimpia LATAM parte de un enfoque feminista, de derechos humanos y de soberanía digital. Su objetivo es construir entornos digitales libres de violencia, basados en la cooperación entre países y actores sociales.
Más allá de los efectos directos que implican las reformas: más de 1000 acciones documentadas por parte de instituciones como las secretarías de seguridad pública a través de sus policías cibernéticas, universidades públicas, secretarías e institutos de las mujeres, fiscalías y procuradurías de justicia; la Ley Olimpia en su momento colocó un tema antes invisible en la agenda pública y lo llevó hasta las agendas de gobierno, consiguiendo que México fuera de los primeros países del mundo en tener legislación y políticas públicas para abordar la violencia digital de género contra las mujeres. También contribuyó enormemente a cambiar el discurso colectivo sobre la violencia sexual contra las mujeres dentro de los espacios digitales, poniendo el foco en la responsabilidad de las personas agresoras y las empresas de tecnología, no en las víctimas y desestigmatizó un tema que antes era tabú
Respecto al uso del lenguaje, un logro de la Ley Olimpia es que podemos decir que en México se dejó de usar hace años para nombrar institucionalmente a esta violencia el concepto “pornovenganza”, retomado del inglés “revenge-porn”, por ser revictimizante para las mujeres. Difundir imágenes íntimas que previamente se compartieron en un contexto de intimidad y confianza, para causar un daño a las mujeres tras un rompimiento
En México, además de tener más de 9000 carpetas iniciadas por difusión de contenido íntimo sexual sin consentimiento, tenemos el primer caso probablemente del mundo, de un agresor vinculado a proceso judicial por alterar la imagen de mujeres para desnudarlas con inteligencia artificial, gracias a la denuncia de las víctimas a través del tipo penal que se creó con las reformas de la Ley Olimpia.
En cuanto fue aprobada la Ley Olimpia por el poder legislativo, gracias a la cobertura mediática que atrajo la movilización social, muchos grupos dedicados exclusivamente al intercambio, compra y venta de packs y nudes (contenido sexual sin consentimiento de las mujeres que aparecen en ellos) en las plataformas de Telegram, Twitter (ahora X) y Facebook anunciaron que cerraban, pasando a la clandestinidad, lo que dificulta el acceso. Si bien la meta es abolir completamente cualquier forma de explotación sexual también en el espacio digital, la creación del delito de “violaciones a la intimidad sexual”, ha tenido un efecto directo en la inhibición de la proliferación de material íntimo no autorizado. Además, la percepción social se enfoca en reprobar la agresión y no la sexualidad de las mujeres. No son logros solo de la legislación sino también del movimiento de territorio, ambos en conjunto.
Se crearon nuevas Instituciones: Ley Olimpia es un ejemplo de la creación de nuevas metodologías políticas para la investigación jurídica de los delitos digitales de género y la procuración de justicia: Se creó LA AGENCIA ESPECIALIZADA EN DELITOS CONTRA LA INTIMIDAD SEXUAL un área especializada en la persecución de delitos sexuales a través de las tecnologías única en el mundo.
Geopolítica en la Era Digital La gran mayoría de las interacciones en el espacio virtual, tienen lugar en un grupo muy reducido de plataformas. Cada una de estas plataformas digitales tienen detrás una empresa de Big Tech y cada una de estas empresas tiene detrás algún empresario dueño. La totalidad de ellos son hombres, blancos, de países del norte global, millonarios con sus propios intereses, ambiciones y posturas enmarcadas en un contexto de capitalismo neoliberal en el que la acumulación de riqueza es una prioridad. Este grupo de empresas configuran un oligopolio que concentra poder económico, político, informativo y tecnológico: el imperio digital. A ese interés sirve la programación algorítmica con sesgos sexistas, racistas, machistas, clasistas, capacitistas, adultocéntricos, etc. que propician en los espacios digitales condiciones discriminatorias, violentas, sexualizantes de los cuerpos de mujeres y niñas, que normalizan y producen aprobación simbólica de la explotación sexual. Este aprendizaje artificial programado es tanto causa como consecuencias de la discriminación y las violencias que vivimos en los espacios tanto virtuales como fuera de línea.
Algunas de las limitaciones de la aplicación de la Ley Olimpia en México, se encuentran en factores internacionales, tales como:
Con base en convenciones internacionales de derechos humanos
de las mujeres como la CEDAW o la Convención Belém Do Pará, es
importante impulsar el reconocimiento de los Estados del
fenómeno de la desigualdad, la discriminación y la violencia por
razón de género en contra de las mujeres.
Actualmente, la mitad de los países de la región latinoamericana
cuenta con marcos normativos específicos que reconocen la
violencia contra las mujeres por razón de género, pero aún son
pocos los que reconocen la violencia digital desde una perspectiva
feminista, necesaria para que el Estado tenga la capacidad de
responder de forma oportuna y pertinente al problema público
que representa.
En los países donde ya existe un reconocimiento y/o sanciones para
la violencia digital, pero no tienen una perspectiva feminista, estos
marcos normativos no han servido para proteger a las mujeres. En
México y Argentina, la aplicación de la Ley Olimpia ha puesto al
servicio de las mujeres víctimas de violencia sexual digital una
herramienta más que poner a su favor, a pesar de que los sistemas
de justicia tienen muchas deficiencias.
Avances regionales y noticias del movimiento.
Colombia aprueba reformas inspiradas en la Ley Olimpia, fortaleciendo el reconocimiento de la violencia digital como violencia de género e impulsando medidas de prevención, atención y sanción.
Consulta los materiales oficiales y recursos complementarios del movimiento Ley Olimpia LATAM.
Correo: leyolimpia@gmail.com